La gran trama de los ERES saca a la luz todo un mundo de malas práctica del Régimen del PSOE en Andalucía. La estructura actual de los programas de Empleo son toda una gran telaraña de subvenciones, ayudas, contratos y programas de empleo que articulan un sistema muy difícil de controlar y donde es fácil eludir los controles de la Cámara de Cuentas como órgano fiscalizador de los dineros públicos.
El caso de la utilización de expedientes de ERES para incluir personas que nunca han trabajado en estas empresas pero afines al PSOE y de esta manera cobrar jubilaciones a las que no tenían derecho, crea un gran rompecabezas donde se une la Administración de la Junta de Andalucía con políticos convencidos de que el dinero no es de nadie, y que en Andalucía se puede hacer lo que se quiera si eres amigo o cercano al extenso Poder andaluz.
La red tiene nombres propios, los de los afines que utilizaron esta vía para obtener cuantiosas jubilaciones en empresas en las que nunca se había trabajado, en algunos casos, empresas que se han brindado a ello a cambio de las ayudas de papá Cháves o papá Griñán, y desde luego, el Consejero de Empleo que diseñó los “fondos de reptiles”, los consejeros posteriores que conocieron y consintieron la tropelía , y el hoy Presidente de la Junta de Andalucía el Sr. Griñán que teniendo en su poder los informes contrarios a la Intervención de fondos , hizo caso omiso y los guardó en el cajón y, cómo no, el Director General durante nueve años y con tres consejeros distintos que hoy es la cabeza de turco de la gran trama amamantada en los despachos de la Junta de Andalucía.
La creación de una estructura administrativa paralela es de conocimiento de todos los andaluces, el castillo creado en organismos de empleo es infinito y una gran barrera para cualquier desempleado que se acerque ella .Un monstruo de departamentos que aburren a cualquier andaluz en búsqueda de empleo. Esta estructura no ha ayudado a encontrar trabajo a los más de un millón de andaluces sin empleo, para lo que sí ha servido es para crear una administración paralela con más de 300 organismos y empresas públicas en Andalucía muy difíciles de fiscalizar.
Nos preocupa mucho lo que está ocurriendo, en primer lugar porque afecta a expedientes de regulación de empleo, a empresas en crisis y a personas que pierden su trabajo y en segundo lugar por salud democrática y por la imagen de Andalucía y de los andaluces. Es necesario llegar al fondo de todo esto no solamente en los tribunales sino también en el Parlamento mediante una Comisión de Investigación, pero resulta que el PSOE andaluz se niega a ello. Ninguna comisión de investigación se ha llevado a cabo en el Parlamento andaluz durante toda la democracia, ni Climocubierta, ni las subvenciones a la empresa de la hija del Presidente…¿Tampoco un caso como este se merece una Comisión de Investigación?
María Luisa Ceballos
Senadora por la Comunidad Andaluza.