Con el calor de esta adelantada época estival, nos llegan a la memoria recuerdos de imágenes de la ficción y la realidad, evocadoras de momentos románticos, favorecidos por las largas tardes de verano acompañadas de brisas cálidas.
Desde siempre ha sonado el mito de que esos amores que nacen en las épocas veraniegas suelen ser caducos y que probablemente acaban cayendo a la vez que las hojas al llegar el otoño. No sabemos el final de amores de verano tan míticos como el de los personajes de John Travolta y Olivia Newton John en la película “Grease” que nacieron en estas circunstancias. Se puede atribuir esta asiduidad al desastre, al hecho de que estos amores nacen de circunstancias muy puntales, totalmente fuera de la habitualidad y rutina del quehacer diarios.
Ahora ha llegado el calor y casi a la vez una nueva muestra de amor pasional que escapa del racionalismo, de la lógica y la perspectiva de los propios principios. Como no, me refiero al idílico abrazo fraguado entre los señores Griñan y Valderas. Dos enamorados de verano dentro de los cuales fluye la savia de un amor alocado e incipiente que los lleva a exteriorizarlo con arrumacos casi incontenibles. Ya se sabe de las parejas novatas sobre sus impulsos pasionales, que los llevan a continuas y románticas muestras de cariño.
Estas escenas son agradables en la vida diaria por cuanto de distendido y jovial de la estampa. Esto sin embargo extrapolado a nuestra situación económica actual, donde en nuestra comunidad el paro y el empobrecimiento de nuestra población es una pendiente sin fin con una aceleración propia de una atracción de feria, hacen que el hartazgo de la población pueda tornarse irreversible y peligroso.
Seguir escondiendo bajo los tapices del Hospital de las Cinco Llagas los deslicen, y benevolencias otorgadas ante los miembros del redil, ha pesado demasiado ante la disyuntiva de otorgar o no un poder exacerbado a una minoría extremista.
Una muestra más de este tándem de amor, es como ya se presume de austeridad desde el Gobierno Andaluz, elogiándose a si mismos mientras se mantienen pluses en los salarios de altos cargos, algunos de los cuales cobran más que el propio presidente.
En el parlamento andaluz no detallan los recortes que van a realizar, y así dejan mas tiempo para abordar las cuentas de Rajoy y así nublar a la opinión pública achacando a ajenos los propios fracasos. Resulta curioso ver como con sus votos PSOE e IU impidieron que el señor Griñan tuviera que comparecer para explicar su tijeretazo de 2700 millones.
El tiempo pasa imparable, y el verano dejará paso al invierno, caerá la hoja y los amores de verano correrán el riesgo de acabar como una ensoñación. En Andalucía este idilio de Iu y Psoe posiblemente acabará también antes de tiempo, pero en lugar de un sueño, en nuestro caso habrá sido más bien una pesadilla.